Definición de la calidad de la formación profesional en el ámbito laboral

DEFINICIÓN

  • De forma general, es un conjunto de normas, estructura organizativa, procedimientos, procesos y recursos que la administración responsable de la  Formación Profesional en el Ámbito Laboral en Castilla-La Mancha, pone a disposición  de los centros colaboradores para que lleven a cabo la gestión de la calidad.
  • Entendemos la calidad como las características que deben reunir los recursos, procesos y equipos de profesionales que intervienen en la formación para que los resultados de empleo y cualificación sean los esperados.
  • Implica la definición de  objetivos, la planificación de las actividades y la evaluación de los resultados obtenidos.

OBJETIVOS

  • Mejorar los planes, programas y procesos formativos para alcanzar los resultados de empleo y cualificación esperados.
  • Establecer un sistema ágil de evaluación y comunicación entre los centros y entidades y la Dirección General de Formación Profesional en el Ámbito Laboral que permita  la mejora  continua en pro de la excelencia en el  funcionamiento y los resultados.
  • Tener una herramienta de apoyo a la administración que ayude en la toma de  decisiones.
  • Acreditar a los centros con un distintivo propio de Castilla-La Mancha.

Implantación de la calidad en nuestro proceso de formación

La gestión de la calidad de la formación va más allá de la gestión de la calidad de los actos pedagógicos. Debemos pensar en términos de proceso y diferenciar diferentes momentos dentro de este proceso formativo:

  • Definición de la política de formación.
  • Diseño o ingeniería de la formación.
  • Realización de la formación.
  • Seguimiento y evaluación.
  • Impacto; aplicabilidad de los conocimientos y habilidades al puesto real de trabajo.
  • Justificación y control económico del proceso de formación.

Efectos de la calidad en la formación

Para el alumnado:

  • Mejora su formación.
  • La formación es más adaptada y personalizada.
  • Mayor satisfacción del alumnado.
  • Mayor fidelización.
  • Incremento del alumnado

Para el personal formador y gestor de las entidades de formación:

  • Clarificación de las funciones y competencias.
  • Mejora de los procesos.
  • Mayor participación.
  • Mejora del clima laboral.
  • Mayor motivación.
  • Desarrollo personal y profesional.